Librecambismo y Protecionismo
Un Buque
portacontenedores y su cargamento en los muelles de Hamburgo.
Librecambismo o libre
cambio es la doctrina económica, opuesta al proteccionismo,
que propugna la no intervención estatal en el comercio
internacional, permitiendo que los flujos de mercancías se
gobiernen por las ventajas de cada país y la competitividad de
las empresas, y suponiendo que con ello se producirá una adecuada distribución
de los bienes y servicios, así como una asignación óptima de los recursos
económicos a escala planetaria. Es la extensión más allá de los mercados
nacionales de los principios del libre mercado o liberalismo
económico (laissez faire).
Véanse
también: Libertad de comercio, Liga
Anti-Corn Law, Ronda de
Doha y Globalización.Planteo
general El librecambismo es considerado como el primer capitalismo [cita requerida] y
plantea la libertad absoluta de negocio y comercio frente a las rigideces de la
economía del Antiguo Régimen.
La formulación teórica del
librecambismo no se ha correspondido nunca con una aplicación práctica. Las
distintas políticas económicas de los distintos Estados han
mantenido siempre un componente de proteccionismo, más o menos
intenso. Las áreas económicas más fuertemente ajenas al librecambismo han sido
tradicionalmente las agrícolas. Junto a ellas, las industrias nacionales
básicas y las estratégicas han recibido un singular apoyo. El librecambismo ha
desplegado mayor efecto en los intercambios de mercancías no esenciales.
Las restricciones al
librecambismo se han efectuado tradicionalmente de diversas formas: mediante la
imposición de aranceles a las importaciones,
proteccionismo a determinadas industrias y a la agricultura mediante la
concesión de ayudas o subvenciones directas o indirectas, fijación de precios,
regulación del mercado laboral o preferencia en la adquisición
por parte del Estado de los productos locales.
Aparte de su vertiente convencional, existen partidarios y teorías
librecambistas alternas que son contrarias a la "privatización" y al
mismo capitalismo.
Proteccionismo
El proteccionismo es
el desarrollo de una política económica para proteger los
productos del propio país, imponiendo limitaciones a la entrada de productos
extranjeros, similares o iguales mediante la imposición de aranceles e impuestos a
la importación, encareciendo así dicho producto de modo que no sea
rentable.
La política
proteccionista ha conocido distintos periodos de auge y decadencia a lo largo
de la historia. De forma general, en situaciones de economía de guerra o
de autarquía, el proteccionismo se aplica de manera tajante. En
situaciones de crisis económica, ciertos niveles de protección a
los propios productos evita una caída fulminante de precios y
el consiguiente descalabro de algún sector de la economía nacional.
Las barreras
proteccionistas no son más que aquellas que implantan las naciones para
salvaguardar sus productos, pero a su vez podrían desatar una gran polémica
mundial si no se toman las decisiones más adecuadas. En busca de propuestas
para superar la actual crisis financiera mundial, en marzo de
2009 el presidente ruso Dmitri Medvédev afirmó que las medidas
proteccionistas deben ser provisionales, pues pueden provocar «cierre
de mercados, erigir barreras y desencadenar guerras comerciales».]
Desarrollo histórico]
Se ha
atribuido a Abraham Lincoln la siguiente afirmación: «Yo
no sé gran cosa de aranceles. Lo que sí sé es que cuando compro una chaqueta de
Inglaterra, yo me quedo con la chaqueta e Inglaterra con el dinero, mientras
que si la compro en Estados Unidos, yo me quedo con la chaqueta y Estados
Unidos con el dinero.»1
Este
razonamiento es un argumento antiguo que utilizaron los escritores mercantilistas de
los siglos XVII y XVIII. Estos autores consideraban afortunado aquel
país que vendía más bienes de los que compraba, ya que una balanza
comercial de carácter favorable significaba que entraba oro en el país
para pagar su exceso de exportaciones. Los argumentos de los mercantilistas
confunden los medios con los fines. Una acumulación de oro o de dinero no tiene
porque mejorar el nivel de vida de un país, puesto que el
dinero no posee valor en sí mismo, sino por lo que puede comprarse con él en
otros países, la mayoría de los economistas, en la actualidad, rechazan la idea
de que la recaudación de aranceles para tener un superávit comercial mejora el bienestar
económico de un país.
La economía
nació combatiendo el proteccionismo, ya el libro del economista Adam
Smith, La riqueza de las naciones, contiene un alegato a
favor del libre comercio. Durante el siglo XIX, se
produjo un gran debate entre librecambio y proteccionismo, en el que en
principio ganaron los librecambistas, lo que se tradujo en una era de
crecimiento de la producción generalizado, pero en la primera mitad del siglo
XX, las revoluciones, las guerras y la Gran Depresión provocaron
una vuelta a un proteccionismo de carácter radical, que se impuso a través del
incremento de los aranceles existentes, establecimiento de cuotas y
prohibiciones a la importación, controles de cambios en la moneda y a la entrada
de capitales. El resultado fue bastante negativo y estas medidas de
carácter proteccionista no hicieron sino agravar el estado de la economía. En
aquel momento, fue Estados Unidos quien dio el primer paso
hacia esta situación, con el establecimiento en 1930, del denominado arancel
Smoot-Hawley, que supuso el incremento de las tarifas arancelarias de más de
20.000 tipos de productos, lo que fue seguido por toda clase de medidas
proteccionistas en el resto del mundo, provocando una reducción del comercio
internacional del 66%, que conllevó un gran incremento del desempleo.
Tras
la Segunda Guerra Mundial las posturas favorables al
librecambio se impusieron y el crecimiento fue sin precedentes. En las crisis
económicas que ha comenzado en el año 2008, han vuelto a surgir posturas
favorables al establecimiento de mecanismos de protección que traten de
proteger las maltrechas industrias de algunos países. Uno de los economistas
más influyentes que escribe sobre proteccionismo y libre comercio es Ha
Joon Chang, economista coreano de la Universidad de Cambridge quien a
través de un análisis histórico demuestra o cuando menos intenta reavivar el
debate científico sobre las implicaciones que tuvo el proteccionismo para el
despegue de las principales economías mundiales como Inglaterra y Estados
Unidos.
En la
actualidad, se están recordando aquellas ideas de John Maynard Keynes cuando
hablaba de su Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero.
No todo lo
que se produce crea su propio mercado, como algunos autores afirman, debido a
que la gente tiene una alta propensión a ahorrar que aumenta más que
proporcionalmente con el incremento de sus ingresos; ahora bien, mientras
aumenta el consumo en cifras absolutas se generan inversiones que provocan
nuevos aumentos de los ingresos y por tanto un aumento todavía más alto del
ahorro, generándose así una sobreproducción creciente hasta que ya no es
económico producir más; cesan las inversiones, cierran las industrias y se
generaliza el desempleo dándose el caso incoherente de que existe una gran
capacidad productiva instalada pero las fábricas están cerradas y los almacenes
están repletos de mercancías que todo el mundo necesita pero que nadie tiene
recursos para comprar.
Antecedentes en el mundo
A través de
la historia no faltan antecedentes del proteccionismo; aquí se mencionan
algunos:
·
Europa sufrió guerras casi sin
cesar durante los siglos XVII y XVIII, cuando las políticas restrictivas del
comercio (Mercantilismo) eran la regla: los gobiernos rivales combatían
entre sí con el fin de expandir sus imperios para explotar los mercados
cautivos.
·
Los derechos británicos
provocaron a la revolución a los colonos americanos; y después el Gobierno de
EE.UU. – dominado por el Norte – impuso restricciones a las exportaciones
algodoneras del Sur, un importante factor que condujo a la Guerra Civil.
·
A fines del siglo XIX, y
después de medio siglo de libre comercio general (que trajo medio siglo de
paz), los gobiernos comenzaron otra vez a erigir barreras comerciales por toda
Europa. La hostilidad creció hasta que eventualmente explotó la Primera
Guerra Mundial [.
·
En 1929, y frente a una
recesión nada más que suave, el presidente estadounidense Herbert
Hoover ignoró las advertencias y ruegos de 1028 economistas
prominentes [ al firmar la famosa ley Smoot-Hawley, que elevaba
algunos derechos en niveles de 100%. En un año, más de 25 gobiernos aprobaron
en revalidación leyes similares. Como resultado el comercio mundial tuvo un
frenazo demoledor, y el mundo entero fue sumido en la "Gran Depresión"
por el resto de la década, que a su turno llevó a la Segunda Guerra Mundial.
·
Como resultado de lo anterior,
se adopta el libre comercio y la globalización como modelo incontestable a
través de los acuerdos GATT y posteriormente la creación de la Organización
Mundial del Comercio (OMC ó WTO por sus siglas en inglés), como consecuencia de
los cuales, y de la competitividad a nivel global, favorecida además por la
informática y las telecomunicaciones, los países industrializados, con costes
laborales altos sufren una paulatina desindustrialización, que ha redundado en
aumento del desempleo, disminución de los recursos públicos y desmantelamiento
del estado de bienestar. Gracias al comercio libre con los países emergentes,
las empresas europeas están aumentando su competitividad día a día, reduciendo
los derechos y salarios de los trabajadores, una convergencia con los países en
desarrollo inevitable dada la falta de barreras a la importación. Esto a su vez
está aumentando la brecha entre clases sociales lo que, según Marx, llevará a
un conflicto social de dimensiones desconocidas desde la Revolución Industrial.
Proteccionismo agrícola actual
En la
actualidad el proteccionismo está claramente presente en la Política
Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea y de Estados
Unidos, frente al resto de las economías del Tercer Mundo o
emergentes para evitar que, con mano de obra y costes más baratos, la
agricultura de aquellos se vea en claro retroceso, y es uno de los debates
abiertos en la Organización Mundial del Comercio (OMC), toda
vez que tal nivel de protección impide el desarrollo de las economías más
pobres.
El papel de
la OMC es fundamental, ya que es la encargada de velar que el comercio mundial
se desarrolle de manera legal; dentro de sus principales funciones se encuentra
determinar cómo los gobiernos establecen, aplican y configuran las leyes y
reglamentos comerciales de su nación. La OMC es la encargada de velar por la
competencia libre, leal y sin distorsiones, donde no se discrimine, logrando
así condiciones equitativas entre las naciones.
Sustentos del proteccionismo
·
Protección de la industria
nacional
·
Razones de seguridad nacional,
tendiendo así a especializar la producción
·
Como manera de protección
del dumping
·
Para equilibrar la balanza
de pagos
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