Organización Mundial del Comercio
«OMC»
redirige aquí. Para otras acepciones, véase OMC (desambiguación).
Organización Mundial del
Comercio
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Información
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Acrónimo
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OMC
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Tipo
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Organización internacional
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Fundación
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01 de enero de 1995
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Director General
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Roberto Azevedo
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Composición
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159 países miembros
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Sitio web
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La Organización
Mundial del Comercio (OMC) fue establecida en 1995. Tiene su
sede en Ginebra, Suiza, y sus idiomas oficiales son el inglés,
elfrancés y el español.
La OMC no forma parte
del sistema de las Naciones Unidas, y tampoco de los organismos
de Bretton Woods como el Banco Mundial o
el FMI.
El Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, más conocido por sus siglas en
inglés, GATT, es un tratado internacional firmado el 30 de octubre de 1947. A
pesar de que su texto no disponía el establecimiento de ninguna organización ni
estructura institucional, de hecho se recurrió a algunas ficciones jurídicas
para establecer una organización instalada en Ginebra en la que las
Partes en el GATT celebraban reuniones, instituyeron órganos permanentes y
formaron una estructura administrativa encabezada por un Director General.
En 1986, una reunión muy
importante convocada por el GATT en Punta del Este (Uruguay)
aprobó una declaración [4] en que se dispuso la
iniciación de una ronda de negociaciones comerciales multilaterales, que habría
de conocerse como "Ronda Uruguay”, destinada a sustituir y ampliar el conjunto de acuerdos entonces
en vigor sobre diversos temas de comercio internacional.
La Ronda se prolongó hasta
1993 y culminó en una reunión celebrada ese año en Marrakech (Marruecos).
Allí se firmó el "Acta Final" [5] de la Ronda y el
conjunto de acuerdos sobre diversos temas, así como el "Acuerdo por
el que se establece la Organización Mundial del Comercio" [6]. A partir de entonces quedó
convenido que las disposiciones originales del GATT se denominarían "GATT
de 1947" mientras que las resultantes de sus modificaciones acordadas
serían el "GATT de 1994". La Ronda Uruguay incorporó por
primera vez en el "sistema multilateral de comercio" varios temas que
hasta entonces habían estado excluidos de él. Los principales son el comercio
de servicios, la agricultura , los textiles y la propiedad intelectual.
La organización
La sede de la OMC está ubicada
en Ginebra (Suiza). El órgano superior es la Conferencia Ministerial, que
se reúne periódicamente. El principal órgano permanente es el Consejo General,
en que están representados todos los miembros. De él dependen numerosos
Consejos y Comités. La Secretaría cuenta con unos 640 funcionarios, encabezados
por el Director General. El actual titular de este puesto es desde 2013 Roberto
Azevedo, de Brasil. La OMC tiene un presupuesto de 196 millones de francos
suizos (en 2011).[7]
Los Acuerdos
El "todo único"
El sistema organizado en la
OMC impone a todos sus miembros la adhesión a la totalidad de sus Acuerdos, y
los países no pueden optar por aceptar solamente algunos. Esto explica la
enorme complejidad de las negociaciones sobre su modificación, porque
involucran forzosamente todos los acuerdos. Las ventajas que cada país obtiene,
o los perjuicios que sufre, pueden compensarse en temas diferentes, y la
negociación tiene que buscar un consenso general con equilibrios de extrema
complejidad.
La OMC y los países en desarrollo
En su origen el GATT fue
un tratado promovido por los principales países desarrollados, y el régimen que
estableció respondía a sus intereses. En las "rondas de negociaciones
comerciales multilaterales" anteriores a la Ronda Uruguay siempre
fue notorio que las discrepancias y discusiones quedaban zanjadas una vez que
se llegaba a un acuerdo entre los Estados Unidos y la Comunidad Europea.
Se llegó así a un sistema
multilateral que imponía el objetivo de la liberalización general del comercio
(ante todo por la reducción de aranceles de aduana, subvenciones y otras
medidas de "distorsión del comercio") en todos los sectores en que
ello interesaba a los países desarrollados, pero exceptuaba del régimen los
sectores en que esos países querían mantener sus medidas proteccionistas (la
agricultura y los textiles).
Las protestas de los países en
desarrollo contra esta situación fueron desoídas sistemáticamente y solo
comenzaron a obtener resultados concretos en la Ronda Uruguay. Su
principal reclamo, de que no se exceptuara la agricultura de la liberalización
del comercio, dio lugar al "Acuerdo sobre la Agricultura".
Pero las medidas de liberalización que este acuerdo estableció, tachadas por
sus críticos de extremadamente tímidas e insuficientes, se obtuvieron con la
contrapartida de que al mismo tiempo se incorporaran en el sistema asuntos que
interesaban a los países desarrollados y que nunca habían formado parte de él.
Así se aprobaron también el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios y,
por exigencia especial de los Estados Unidos, el referente a la propiedad
intelectual (el "Acuerdo sobre los ADPIC").
La OMC, desde la Ronda
Uruguay, insiste en la utilidad de su régimen para los países en desarrollo
y en la importancia de sus actividades especialmente dedicadas a ellos. Se
consagró el principio del "trato especial y diferenciado para los países
en desarrollo" como norma general de la Organización, y se lo concretó en
numerosas disposiciones de los Acuerdos que dan a esos países facilidades
especiales (por ejemplo, plazos más amplios para cumplir las obligaciones
asumidas por todos). La OMC cuenta también con actividades de cooperación
técnica y de "creación de capacidad" destinadas a los países en
desarrollo; participa (con otras organizaciones) en el "Marco Integrado",
que "ayuda a los países menos adelantados (PMA) a desempeñar un papel más
activo en el sistema mundial de comercio" [9], y estableció un
"Programa de Ayuda para el Comercio" [10].
No obstante, la desventaja en
que el sistema coloca todavía a los países en desarrollo fue implícitamente
reconocida al decidirse en 2001 la realización de una nueva ronda general de
negociaciones (la "Ronda de Doha"), a la que se dio el
objetivo específico de mejorar la situación de esos países. Se dio a la Ronda
la denominación de "Ronda de Doha para el Desarrollo" [11] y se aprobó un "Programa
de Doha para el Desarrollo" [12]. Pero todos estos propósitos
declarados desde 2001, que no alcanzaron a plasmarse en una conclusión de la
Ronda, pasaron prácticamente a la penumbra al desatarse la crisis de 2008, que
llevó a los países desarrollados, afectados por ella, a distanciarse por
completo del objetivo de hacer concesiones a los países en desarrollo.
Otras críticas
Críticas al funcionamiento sistémico de la OMC
Algunos países han denunciado] irregularidades
en los procesos de negociación en el seno de la OMC como
mantener posiciones extremas hasta el último momento para conseguir acuerdos
intermedios, negociar en pequeños grupos de países marginando a los países
menos importantes (“sala verde”), etc.
También ha sido criticado que
ningún país en desarrollo tiene la capacidad de hacer frente
unilateralmente a un bloqueo de las negociaciones.
La falta de transparencia
Uno de los aspectos más
criticados en cuanto a la transparencia de la OMC son las llamadas
negociaciones de la Sala Verde (Green Room), un sistema
de reuniones informales establecidas durante la Ronda Uruguay,
llamadas así por el color de la habitación donde se realizaban. En estas
reuniones, un número reducido de países, con interés en el tema que va a ser
negociado, se encuentran para llegar a un acuerdo que, más tarde, debe ser
ratificado, por consenso, por todos los países miembros (entre los cuales hay
muchos que no han sido invitados a las reuniones). Este mecanismo se repitió en Seattle,
y fue uno de los motivos más importantes del fracaso de la conferencia, ya que
los países africanos y otros de la periferia se plantaron ante esta situación y
se negaron a ratificar la declaración final (en la negociación de la cual no
habían participado, ya que habían sido marginados de las negociaciones de
la Sala Verde durante toda la conferencia). Los procesos en
la Green Room fueron objeto de críticas durante la década de
los noventa, especialmente por parte de países en vías de desarrollo y ONGs preocupadas por la falta
de transparencia, por ser ambos excluidos de dichos procesos.
Ha habido distintas propuestas
durante décadas para formalizar las negociaciones en la Sala Verde mediante
la creación de un comité ejecutivo que administre la agenda de la OMC, con un
núcleo permanente de miembros basado en criterios acordados, como por ejemplo
la proporción del comercio mundial manejado por cada país, junto a un grupo
rotativo de países más pequeños. A día de hoy, no se ha conseguido progreso en
esta dirección. Determinados autores consideran que el abuso de negociaciones
en la Sala Verde por parte
de los miembros de la OMC es innecesario. En cualquier caso y a pesar de que
una mayor transparencia es sin duda necesaria y siempre aconsejable para la
organización, otros autores consideran que un mecanismo similar a las
negociaciones en la Sala Verde (dónde determinados miembros se
reúnan para discutir sobre políticas comerciales que afecten única o
principalmente a éstos sin la participación de otros miembros) parece
inevitable en una organización con un número tan elevado de miembros.
Otra crítica frecuente
dirigida a la OMC es que no existe acceso libre a todos los datos generados por
la OMC. Por ejemplo, no existe el acceso libre a la Base de Datos Integrados de
la OMC, que comprende los datos sobre los límites arancelarios a los que los
miembros se han comprometido. A pesar de que los límites de los aranceles de
aduana son el núcleo de la OMC, es muy complicado su análisis por parte de
cualquier investigador externo puesto que requeriría el análisis de una
cantidad extraordinaria de datos. Sin embargo, la Secretaría de la OMC organiza
y recoge de manera más comprensible todos estos datos pero únicamente tienen
acceso a ellos los gobiernos de los Estados miembros.
Miembros y observadores
Artículo
principal: Anexo: Países miembros y observadores de la OMC
La OMC agrupa actualmente a
159 miembros tras la adhesión de Tayikistán el 2 de marzo
de 2013 y 25 naciones en calidad de observadores.1
La Unión Europea (UE)
posee la condición de miembro y cuenta como uno solo.
La paradoja de las críticas y la universalidad
La OMC tiene 159 miembros y 25
solicitudes de adhesión en trámite a pesar de la especial complejidad del
proceso de adhesión. Esto representa la enorme mayoría de los
países del mundo, cualquiera que sea su situación económica, e incluye a la
gran mayoría de los países más pobres (los "países menos adelantados").
Se plantea un contraste
singular entre las críticas muy agudas y muy generalizadas de que la
Organización es objeto y la virtual unanimidad en la participación en ella o el
deseo de incorporarse.
Este hecho se debe a que, con
independencia de la validez de esas objeciones al "sistema multilateral de
comercio", el hecho de estar fuera de él provoca perjuicios mayores que
sus características negativas. El país que no forme parte de la OMC no tiene en
sus relaciones de comercio exterior ninguna otra defensa que las que le den los
acuerdos que haya concertado. No goza, como cualquier miembro de la OMC, de
la cláusula de la nación más favorecida, estipulada en el GATT.
Importancia en el régimen de comercio
internacional
El peso de la OMC como
institución rectora de los intercambios comerciales ha ido sufriendo un
desgaste permanente por la proliferación bilateral y regional, que acaba de
mencionarse. En los hechos, el "régimen de la nación más favorecida"
ha ido perdiendo importancia, porque una exportación amparada solamente por ese
régimen está en inferioridad de condiciones frente a las que se efectúen con
las ventajas de acuerdos de libre comercio.
Esta circunstancia, junto con
las perspectivas muy remotas de que llegue a concertarse un nuevo acuerdo
general multilateral (el previsto en la "Ronda de Doha"), ha
llevado a que la institución misma perdiera mucho del prestigio que llegó a
tener.
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